“Inocencia en estado puro”

• Direct bullying

• Non-especific

Ángel es un niño de 12 años con Síndrome de Asperger. Tiene dificultades para hablar y comprender a la gente, hacer amigos y le cuesta mucho trabajo cambiar su rutina. Aparentemente parece un niño sin dificultades, pero en realidad es un niño bastante especial. Para sus compañeros es un niño raro que habla sólo de las cosas que le interesan y, la mayoría de las veces, no comprende lo que dicen los demás, como por ejemplo las bromas, los dobles sentidos de las cosas… No obstante, hay un grupo de chicas y chicos que lo ayudan a comprender las cosas que no entiende, o por lo menos lo intentan y lo integran en su grupo de amigos. En la clase de Ángel hay tres chicos repetidores que suelen molestar a todos los compañeros, insultando y pegando, en todas las clases. Incluso, muchas veces, se meten con el profesor, pero es especialmente a Ángel a quien más molestan. Cada vez que pasa por su lado, le dan una colleja, le tiran del pelo o se cachondean de él. Otras veces se acercan a él para hablarle como si realmente tuviesen interés, pero lo que hacen es gastarle bromas pesadas que Ángel no comprende. Además, le quitan el material escolar y se lo estropean. Cuando esto pasa Ángel se pone muy nervioso, se pone a gritar y como resultado todos se ríen de él. Su padre ha ido varias veces a hablar con la tutora, pero ésta afirma “estar quemada” del comportamiento de sus alumnos, de ponerles partes de disciplina y de intentar dialogar con ellos. Hace dos semanas Ángel llegó a casa con un moratón en el brazo porque los tres acosadores lo arrinconaron en el recreo y le pegaron. Al día siguiente, el padre se reunió con el director. Éste le dijo que los profesores habían visto mal comportamiento pero no habían visto que le pegasen. No obstante, les pediría que, en lo sucesivo, estuvieran más pendientes. A pesar de la situación, Ángel siempre intenta hablarles y contar a estos chicos lo que le gusta; los saluda y se comporta con educación. Ayer, lo encerraron en el armario de los materiales. No obstante, algunos compañeros que lo apoyan se enfrentaron a los agresores. La profesora vio lo que estaba pasando y mandó a los agresores a dirección para que se pusiese una solución definitiva. Hoy ha habido una reunión de los padres de estos chicos con el director y la tutora. Allí se ha hablado del comportamiento de sus hijos y la decisión que se ha tomado es la de obligar a estos alumnos a asistir, durante un mes, al aula de convivencia. En el aula se trabajarán aspectos relacionados con la mejora de la convivencia y el comportamiento, en el aula y fuera de ella. En cuanto a Ángel, se ha decidido proponerle un plan para reforzar aquéllas áreas en las que tiene más dificultades, como la comprensión de las situaciones sociales, y para enseñarle estrategias para hacer frente a las situaciones de acoso.

En cuanto a las estrategias que utilizaron los actores del caso para responder a esta situación de maltrato entre iguales. Los alumnos piensan que se enfrentaron a los agresores y ayudaron a Ángel para que entendiera las cosas y se relacionase con sus compañeros. Los profesores dicen que dialogar con los acosadores, informando a Jefatura de Estudios en todo momento. Las actuaciones se llevaron a cabo bastante tarde, les parecen importante anticiparse para prevenir que se den casos de acoso y en el caso que nos ocupa era fácil prever. Y se olvidan de trabajar con todos los alumnos del aula ya que de las actuaciones de ellos va a depender, en gran medida, que la situación varié. Acudieron a dirección y esta a los padres. También podrían haber vigilado con más atención si ya tenían noticia de lo que pasaba. Debe actuarse de forma rápida y contundente al menor indicio. Los padres piensan que hablar con la profesora.

Los alumnos, padres, profesores, director y orientador piensan que esta situación influye en la forma en que se aprende y enseña dentro de clase y además existe consenso entre ellos en las consecuencias que se desencadenan de ello. Los alumnos han contestado que los profesores al tener ese problema en clase están atentos al comportamiento de los agresores y de Ángel y no tan atentos al temario y la enseñanza. Los profesores apuntan a que sobre todo influirá en la forma en que se aprende. Por ejemplo es complicado el uso de estrategias cooperativas. El alumno acosado puede perder la motivación y desarrollar incluso una fobia escolar.
En cuanto a si la situación influye en la motivación de los estudiantes (interés, esfuerzo,…). Los participantes piensan que sí influye pero no explican algo más.
Lo que puede ocurrir en los resultados de los alumnos. Los alumnos piensan que pueden empeorar ya que al tener cierto problema en clase no están tan atentos a los estudios. Los profesores apuntan a que los resultados de la víctima bajan considerablemente, el de los agresores al no importarles, les da igual. Al resto del alumnado, puede influenciarle según el grado de afectividad con la víctima. Para que el rendimiento del alumnado sea óptimo deben crear un ambiente seguro, de confianza y de ayuda mutua. Un profesor piensa que tiene que ser muy larga y grave la situación para influir de forma importante. Si se actúa de forma adecuada y sobre todo se trabaja de manera preventiva no debe influir .Y puede servir para motivación positiva del grupo en el futuro. Otros dicen que para éstos, es un aprendizaje de estrategias inadecuadas sobre todo si los agresores quedan impunes. Los padres piensan que a lo que no están implicados, no les afecta. El orientador apunta a que en el momento en que los alumnos espectadores no intervienen consideran que no es problema suyo y que no pueden hacer nada para remediarlo, incluso pueden “alegrarse” de que no les toque a ellos, llegando a desestimar o minusvalorar la queja de la víctima. Esta actitud pasiva puede conducir en el futuro a actitudes insolidarias y un concepto equivocado de valía personal. En todo acoso se crea una situación de desigualdad con relaciones de dominio-sumisión, lo que conlleva una clara situación de inferioridad de la víctima que provoca indefensión, impotencia, sometimiento y aislamiento, llegando a sentirse desprotegida o auotoculpable (responsable de las agresiones que recibe). Esta entrada de la víctima en un laberinto emocional sin salida puede traducirse en fracaso escolar, trauma psicológico, riesgo físico, ansiedad, infelicidad, problemas de personalidad, etc. Por otro lado, para el alumnado acosador que consigue lo que quiere a través de la agresión va a considerar los hechos violentos socialmente aceptable y recompensado, sobrevalorándolos.
En cuanto a posibles problemas de integración escolar que podrían aparecer: Todos los participantes opinan que si habrá problemas de integración escolar: Víctima y compañeros defensores pueden ser el objetivo de los agresores si no se ponen medidas por parte del Centro. La víctima se aislaría e incluso se negaría a asistir al centro. El orientador piensa que, las relaciones interpersonales entre las personas implicadas en el caso de acoso son cada vez más desiguales, lo que provoca que el grupo clase comience a dividirse y no se cree, impidiendo que se conozcan, aprecien, comuniquen y cooperen.
En cuanto a la influencia que puede ejercer la situación de acoso en la adultez en la forma de comportarse en la sociedad, todos piensan que si influye, y el modo en el que lo hace se muestra a continuación: Los alumnos piensan que cuando sean mayores, serán maltratadores. Estas influencias y formas de comportamiento pueden influir al resto de la clase a su comportamiento en su vida adulta. Ellos cogerían influencias de lo que aquellos agresores hacían y harían los mismo. Los profesores apuntan a que los agresores se forman como en cualquier profesión. En un principio actúan en el Centro y cuando adquieren recursos los aplican en la sociedad. Dicen que tienen que enseñar al alumnado a responder de forma asertiva ante conductas inapropiadas tanto si las sufrimos directamente como si las sufren los que nos rodean. El orientador piensa que puede dar lugar al aislamiento social para la víctima, para el acosador la obtención de poder basada en la agresión puede perpetuarse en la vida adulta, y una actitud pasiva y complaciente ante cualquier injusticia para el alumnado espectador.
En lo relacionado a si influye en el ambiente de la escuela: Piensan que si otros alumnos que ven el comportamiento de esos agresores empezaran a hacer lo mismo, al haber más agresores, los alumnos de esa escuela cambiarían radicalmente. Indudablemente el ambiente del aula sería de nerviosismo tanto de alumnos como de los profesores, mantener la atención y la concentración en las tareas escolares bastante difícil. Siempre que el acoso aparece en la escuela, ya no podemos hablar de inclusión, democracia y seguridad.

En cuanto a los pensamientos de la víctima respecto a la razón por la que está siendo agredida. Los alumnos piensan que al tener un problema y no entender las cosas, sus compañeros tienen “derecho” a discriminarlo. Piensan que Ángel no se lo contó a nadie porque tendría miedo a que los agresores fueran a más con él. Piensa que por qué le pasa todo él. En estos casos, la mayoría de las personas a las que les pasa esto no suele contarle a nadie su problema.
Si nos centramos en la ayuda que piensa la víctima que le serviría, las distintas opiniones que han planteado los alumnos son: Necesitaría la ayuda de alguien que supiera del tema, no profesores ni jefes de estudios, sino de algún psicólogo, más amigos que lo ayudaran a socializarse con la gente. Sería bueno que también se lo contara a sus padres o a algún amigo para que le ayudara.

En cuanto al por qué el acosador actúa de esa forma: Éstos piensan que es porque cree que como tiene un problema, tiene el “derecho” a tratarlo como una persona que es tonta y que puede hacer con él lo que quiera, también porque se cree superior al acosado y piensa que así podrá hacerse respetar.
Si nos centramos en el por qué eligen a esa víctima en concreto y no a otra, piensan que es porque tiene un problema, es débil y, como tiene dificultades, piensan que es una “presa fácil”.
En lo referido al arrepentimiento del agresor: Los alumnos piensan que el agresor no se ha arrepentido de lo que ha hecho.

Los alumnos espectadores sabían qué estaba sucediendo, pero no reaccionaban por miedo.
En cuanto a las causas del acoso que piensan los que ven la situación, qué hicieron. Éstos piensan que los alumnos se pelearon con los acosadores pero no sirvió para nada, ya que desde un primer momento ellos deberían haber comunicado a alguien más mayor, otra gran parte, pasaron del tema por miedo.

Sobre el conocimiento de los profesores de lo que estaba sucediendo: Unos piensan que según el grado de implicación, la mayoría sí que lo habría observado. Al parecer desconocían la gravedad de las agresiones a Ángel. Las agresiones no se van a dar, la mayor parte de las veces, delante del profesor de aula. Deberían estar informados por la jefatura o la orientación. Todos deben estar alertados. Ellos piensan que es frecuente que no sepan detectar ciertas señales que se van dando en relación a este problema y que tampoco es fácil dado el volumen de alumnado que atienden.
En cuanto a qué hicieron para saber y entender lo que estaba ocurriendo. Los profesores dicen que: Dialogar con alumnos/as y tutores legales, de forma individual y colectiva. Ante las posibles situaciones de acoso dicen que siempre tienen que estar atentos pero cuando se incorpora al centro un alumno que, por sus características, tiene mayor riesgo de sufrirlo, tienen que tomar medidas antes de su incorporación. Por ejemplo, dar información a todos los que van a convivir con el alumno sobre las características del Síndrome Asperger, pautas de actuación al profesorado del equipo educativo de ese grupo, hacer un reparto eficaz de los alumnos repetidores, etc. Los profesores recurrieron inmediatamente al director, sin recurrir por ejemplo al orientador/a, que no aparece en ningún momento en la descripción del caso. Habrían tenido entrevistas individuales con los implicados y sus familias. Pedirían la colaboración del departamento de orientación y vería las medidas posibles según la circunstancias. Priorizando la no expulsión y la restauración del daño (reconocer públicamente lo realizado).
Sobre la ayuda de otros profesores: Los profesores piensan que el Equipo Educativo, en principio, debió intervenir en el problema y en el caso de no haber tenido resultados positivos debería haberlo hecho en Consejo Escolar, pero se observa falta de información y no se menciona la intervención de la jefatura de estudios ni del departamento de orientación a los que compete directamente.

En cuanto al conocimiento del director sobre la situación, parece que el director no sabe si lo tendría, pero dice que debería haberlo tenido., ya que este tipo de casos trascienden lo cotidiano y se analiza, para buscar soluciones, en las distintas reuniones de coordinación (Orientación, Equipos directivos…)
Lo que debería haber hecho en la situación
Este tipo de comportamientos sobre cierto tipo de alumnado suele conocerse de antemano, bien por a través del programa de tránsito de la educación primaria a la secundaria, o la actividad tutorial. No se debe dejar que vayan a más y desde el primer momento son problemas que hay que atajar, si es necesario de manera drástica.
El alumnado en general, y en estas edades en particular, suele escudarse en que se les deja hacer estas cosas, en que nadie se las recrimina y, en el fondo, piden que se actúe claramente. Ellos, pese a todo, necesitan y reclaman autoridad y efectividad. Es decir, si se les amenaza con un castigo, que no quede en amenaza, sino que se cumpla la misma.
La corrección a este tipo de actuaciones debe tener un carácter ejemplar; al margen de medidas de carácter recuperador (aula de convivencia), deben imponerse sanciones que impliquen también a sus familias, como por ejemplo la suspensión del derecho a la asistencia a clase durante un período de tiempo adecuado.
Si ellos se sienten bien, se sienten importantes, incluso valorados por los compañeros, al realizar ese tipo de acciones y la sociedad, en este caso el instituto, no se las corrige, corremos el peligro de que asuman este tipo de comportamientos durante la vida adulta y para entonces podríamos estar hablando de cuestiones mucho más importantes.
En cuanto al papel del director/a en este tipo de situaciones, el director de este centro piensa que Las direcciones de los centros educativos, al margen de la coordinación de todos los procesos, deben ser los garantes del cumplimiento de las normas y, en este caso, una fundamental como son los derechos humanos. Por tanto, debe tomar desde el principio las decisiones necesarias para que aquéllos se cumplan.

En cuanto al conocimiento de los padres de lo que estaba sucediendo: Éstos piensan que no supieron nada hasta que no hubo una prueba evidente.
Referente a cómo se informarían los padres de lo que está sucediendo y qué información buscarían: Piensan que a través de los compañeros y cómo hacer entender que no es malo decirlo.
En cuanto a si podría haber cambio de la situación: Los padres piensan que la situación podría haber cambiado. Porque los amigos podrían haberle ayudado antes.

En lo referido a qué haría el orientador: Habría actuado desde el primer momento, desde el primer indicio, pero sin generar alarma.
Para prevención de situaciones de este tipo: La mejor acción es la prevención. El primer paso sería establecer programas de actuaciones de prevención y detección de casos con profesorado, alumnado y familia. De esa forma, cuando surgan, tendremos las estrategias necesarias para abordarlos. Imponer correcciones con un claro enfoque educativo y recuperador, y que guardaran proporcionalidad con el grado de participación e implicación en los hechos de uno/a o más alumnos/as. Considerar como parte del caso, los hechos acaecidos fuera del centro, como puedan ser peleas o actos de hostigamiento en redes sociales. Abordar el caso contando con la tutoría, el E.O.E. o el departamento de Orientación. No esperar a la denuncia o queja por parte de la víctima para actuar de oficio. Discreción y confidencialidad en todo el proceso.
En cuanto a qué se podría hacer para mejorar la comunicación y la cooperación entre los alumnos (y de paso prevenir el acoso escolar en general). Hablar mucho con el alumnado. Poner en marcha metodologías y estrategias de prevención y resolución de conflictos como pueden ser: Plan de acogida, alumnado ayudante, aprendizaje cooperativo, tutoría compartida, Programas de competencia social, de educación emocional o de habilidades sociales, dinámicas de grupo, asambleas. Añadiría también: estimulación de factores emocionales protectores como la autoestima y el control emocional, técnicas de resolución pacífica de conflictos, intervención y consecución de la complicidad familiar ante casos de sobreprotección o alarma y sensibilización y concienciación del grupo, y de las personas que supuestamente maltratan. Por último, si la situación de vulnerabilidad e impotencia en la víctima así lo aconsejara, orientaríamos a la familia hacia el tratamiento profesional, psicológico y terapéutico especializado.

Se me pide que directamente emita mi opinión sobre el tratamiento psicopedagógico que hay que darle a un caso de bullying, debo decir
- A) Que todo caso de bullying debe ser detectado con anterioridad a que se convierta en un fenómeno establecido en su estructura conocida: dinámica bully-victim+espectadores en sus distintos roles, por lo que el primer análisis debe referirse a la política anti-bullying del centro escolar. En la actualidad todo centro educativo del Reino de España tiene una política –policy- que incluye los casos de bullying. Debe analizarse cuál es la estrategia antibullying del centro de referencia y detectar por qué se llegó al caso.
- B) Todo centro debe conocer, y tener un dispositivo para detectar y prevenir el más alto riesgo que sabemos pueden correr los escolares con necesidades educativas especiales y el escolar víctima del caso parece ser de ese tipo (posiblemente un síndrome de asperger).
- C) No puede dejarse, a la opinión, de unos y otros un asunto tan complejo como es, por un lado el fenómeno bullying, y por otro la aun más compleja política de organización escolar, clima escolar y convivencia.
- Todos los elementos anteriores deben tenerse en cuenta en los análisis que se realicen de los comportamientos, actitudes y pensamientos de los profesionales (docentes, orientadores y directores) y de los protagonistas involucrados (escolares –víctima, agresores, espectadores- y sus familiares). Es necesario distinguir entre quienes son los sujetos de un fenómeno psicoeducativo y quiénes son los agentes intervinientes, entre ellos existe una responsabilidad profesional que los diferencia. Todo análisis psicopedagógico debe incluir este supuesto.
- Un análisis científico basado en la evidencia de los hechos debe guiar el tratamiento y la aproximación de la práctica psicopedagógica de la prevención del bullying y su afrontamiento paliativo. Dicho análisis científico exige que no se considere a todos los opinadores con la misma categoría, sino que se diferencie claramente el rol que ocupa y la importancia y valoración que hay que hacer de sus opiniones.
- Finalmente, mis recomendaciones son que realice un análisis por categorías bien definidas de las respuestas de los sujetos entrevistados o de los sujetos que han hecho la valoración del caso y su afrontamiento, que incluya el conocimiento científico que tenemos tanto de la práctica psicopedagógica, como del fenómeno que estamos estudiando y tratando de prevenir.
- Un análisis que limpie la pura y espontánea expresión de los enunciados y nos permita posicionarnos en semejanzas, diferencias, tendencias y por tanto definiciones de lo que piensan unos y otros protagonista.
- Ayudaría mucho también partir de las políticas generales de la administración educativa sobre el tratamiento que hay que dar a los fenómenos bullying y en general a la convivencia escolar y juvenil. Solo así tiene sentido asumir, como el caso asume, que la existencia de una llamada “aula de convivencia” es, o no, una estrategia adecuada en este caso.

Estamos ante un caso de bullying tradicional hacia un niño que presenta Necesidades Educativas Especiales. En primer lugar decir, que han esperado demasiado para resolver el problema, pero hay mecanismos que han sido efectivos para resolver la situación, como es la ayuda entre iguales, variable que se ha estudiado y evidenciado como una de las mejores prácticas para evitar la prevalencia del Bullying.
Según los participantes, las estrategias que se usaron para resolver el caso fueron efectivas pero tardías. Existe consenso en cuanto a las consecuencias negativas que acarrean el impacto de la acción de Bullying, la influencia en los procesos de enseñanza y aprendizaje, también en la motivación, en los resultados de los alumnos, problemas de integración escolar, la influencia en la adultez (de víctimas y acosadores) y en el ambiente de la escuela.
Los pensamientos de los alumnos participantes nos acercan objetivamente a las posibles causas que generan el acoso escolar. Es por ello la necesidad de una interacción comunicativa positiva entre ellos y los adultos. La mayoría tienen miedo a actuar, por si les toca a ellos también. Los profesores conocen el protocolo de actuación en cuanto a las personas que tienen que intervenir en un caso de acoso escolar, pero no las herramientas efectivas que deben llevan a la práctica. Desde dirección se apunta a que se dan por sabidas las necesidades que presentan los alumnos con Síndrome de Asperger, a través del informe tránsito de una etapa a otra. Se saben las necesidades pero no cómo intervenir con este alumnado (falta de formación inicial del profesorado en secundaria antes casos de niños con Necesidades Educativas Especiales, así como de información a las familias). Las familias no están informadas de los procedimientos que se llevan a cabo en situaciones de esta índole.
Solamente el orientador, conoce las formas de afrontar las situaciones de Bullying. Éste propone programas de prevención global y sistémicos. Hay evidencias de la necesidad de formación e información que necesita la Comunidad Educativa en general.