"¿Por qué no juegas conmigo?"

• Indirect bullying

• Homophobic

Carmen es una chica de 15 años. En los recreos siempre está rodeada de chicos, ya que pasa su tiempo jugando con ellos a fútbol. Siempre que no está jugando al fútbol está sola, porque sus compañeras de clase la han excluido del grupo desde que entró en el instituto. Éstas dicen que no se quieren juntar con ella porque es lesbiana y critican su forma de vestir, de hablar y su corte de pelo. Aunque la tutora suele utilizar como dinámica de trabajo en el aula el trabajo en grupo, desde que se ha dado cuenta de la situación, intenta organizar dicho trabajo y dichos grupos para facilitar la integración de Carmen. No obstante, las compañeras nunca tienen en cuenta las opiniones que Carmen hace al grupo. A ella le encantaría que sus compañeras la escuchasen, pero esto nunca ocurre y ha llegado a sus oídos que sus compañeras no quieren saber nada de ella por si intenta ligar con alguna. La orientadora ha intervenido en alguna sesión de tutoría para intentar solucionar la situación, pero no ha conseguido nada. Además, la tutora se ha reunido varias veces con los padres de los chicos y chicas de la clase para intentar poner alguna solución, pero éstos dicen que las chicas deben hacer lo que quieran, que no se les puede obligar a que traten con una persona que no les cae bien. Asimismo, se ha reunido con el equipo directivo para intentar buscar una solución. La solución propuesta por el equipo es cambiar a Carmen de clase para el curso próximo. Ella está contenta con este cambio ya que se lleva bien con los chicos y chicas del otro grupo.

Las estrategias que utilizaron para resolver la situación los diversos actores fueron: En cuanto a las estrategias que usaron los compañeros, para responder a esta situación de maltrato entre iguales, hay coincidencia en las respuestas de los participantes. Los compañeros no hicieron nada al respecto. El problema siguió ahí y la solución que dieron los profesores fue el realizar trabajos en grupo hasta cambiarla a otra clase, donde se supone que sus nuevos compañeros la aceptarían. En cuanto a las medidas que aplicaron los profesores, primero, trataron de facilitar la primera toma de contacto y relación a través del trabajo en grupo y de una manera sutil, y al ver que no funcionaba optaron por tratar explícitamente el tema a través del orientador en una tutoría e incluso se solicita la colaboración de los padres al respecto. Al no poder conseguir una aceptación por parte de nadie, deciden cambiar a Carmen de grupo. En el caso, no se explica claramente lo que hizo el director pero como Equipo Directivo tomó la decisión de un cambio de aula. Los padres no hacen nada, no ven problema alguno, y entienden que no es necesario influir en la situación pues aceptan y comparten la actitud de sus hijas. La orientadora piensa que una vez conocedora de la situación, actúa interviniendo en sesiones de tutoría. Según su opinión la orientadora debería haber asesorado a la tutora para que no realizara las sesiones con todos los padres de la clase juntos. La experiencia nos dice que estas situaciones derivan en un verdadero caos y que no conducen a la solución del problema. Otra cosa es trabajar con las familias de forma independiente. Esto no quiere decir que no haya que trabajar con las familias, en otro momento, a modo de taller, charla, etc, la importancia de los valores en la educación, de la colaboración familia escuela, etc. Hubiera hablado con el equipo directivo para que no consintiera el cambio de aula.

Los alumnos, padres, profesores, directora y orientador piensan que esta situación influye en la forma en que se aprende y enseña dentro de clase de la siguiente forma: Existe consenso entre todos los participantes, éstos piensan que por su puesto, una persona no estudia igual en una clase donde es aceptado y se encuentra a gusto, que en una clase en la que se encuentra incomodo y tiene que estar todo el tiempo a la defensiva. Si los alumnos están cómodos y se sienten bien, las clases son más participativas, porque no tienen miedo a expresar sus dudas o ideas y convertirse en “los nuevos parias”. Si, al contrario, se da un caso de acoso, la persona que lo sufre, Carmen, es difícil que pueda concentrarse plenamente, y los demás pueden estar, o bien distraídos con las puyas y últimas novedades o con miedo a ocupar su lugar, indiferentes...En este caso concreto, el rechazo entre iguales influye de forma directa en sus relaciones –interacción- con sus compañeras impidiendo que las mismas se articulen de forma positiva, existe una falta de apoyo emocional dentro del grupo, afectará probablemente a la imposibilidad de adquirir amistades saludables y al desarrollo normal de sus relaciones sociales. También podría verse afectada en el desarrollo de su identidad y de sus creencias sobre el mundo social, y a las representaciones personales que elabora del mismo.
En cuanto a si la situación influye en la motivación de los estudiantes (interés, esfuerzo,…). Los participantes piensan que sí influye, por tanto volvemos a encontrarnos con que coinciden. Influye de manera directa. Carmen, la chica del caso, seguramente haya perdido el interés por las clases por para ella es como algo malo. Decae el esfuerzo y el interés de las clases porque no está segura en ese entorno, no se siente a gusto y piensa en cómo salir de la situación lo antes posible, y no en cómo sacar el curso adelante. La motivación se consolida cuando los alumnos/as encuentran un clima favorable y unas metas claras. Así como crece la autoestima personal con ello el interés y la motivación por el aprendizaje. Los estudiantes acosados pierden la motivación porque tienen la mente en su problema de integración. En la motivación es muy importante un entorno lo mas normalizado posible, y por supuesto una situación de acoso no es la mas adecuada para infundir valores ni a la víctima, ni a los agresores, ni a la clase que se comportó de una forma pasiva.
En cuanto a lo que puede ocurrir en los resultados de los alumnos. Todos los participantes piensan que este tipo de conductas van a influir en los resultados de los alumnos. Los alumnos dicen que no influyen en los espectadores ya que ni les va ni le viene. Que quizás ellos empiecen a sentir miedo porque también les pueda ocurrir lo mismo. Que los resultados serán más bajos, ya que su atención estará repartida entre sus estudios y la situación que se ha creado en el aula. Aprenderán a reaccionar siempre mal con los diferentes. Sin embargo, los profesores piensan que no tiene por qué influir en el resultado de todos los alumnos. Pero los resultados van a empeorar, la crispación en el ambiente del aula, no conlleva más que pérdida de concentración de todos los alumnos, así como también puede ser fuente de conflictos más graves que interrumpan la marcha adecuada de una clase, y por lo tanto perjudique el proceso de enseñanza aprendizaje. En un ambiente de cordialidad y de trabajo cooperativo se suele aumentar los resultados académicos y se realizan las tareas de manera más interesada y se cumplen mejor los objetivos que se pretenden. Por el contrario si el ambiente no es adecuado y es simplemente de competitividad y de desasosiego entre el alumnado se aminoran los resultados y otros temas o problemáticas superponer el interés por los estudios por otros de otra índole como de integración y aceptación del grupo, que es de vital importancia en esta edad de la Adolescencia. Respecto a la víctima, su falta de integración en el grupo podría afectar a los resultados, disminuyendo su rendimiento y la forma en que se relaciona con el resto de alumnos, profesores, tutores, etc.…De la misma manera afectará a todos los miembros de la clase que participen de forma directa o indirecta en la agresión. Respecto de los primeros la motivación del acoso podría venir determinada en principio por el abuso de poder y la dominación frente al más débil esto afecta necesariamente al clima del aula y al desarrollo de la misma debido al clima de conflictividad. Los sujetos pasivos, se ven afectados de forma directa por el deterioro de las relaciones dentro del grupo aula, viendo también limitada su forma de interactuar entre todos los miembros del grupo.
En cuanto a posibles problemas de integración escolar que podrían aparecer: Todos los participantes opinan que si habrá problemas de integración escolar: Los profesores podrían tomar medidas y sin querer, desintegrarlos. Si en ese colegio no se adaptan, en otros tampoco, con lo cual pueden llegar a sentirse indiferentes y anormales. Podría influir en la persona acosada y también en las que tengan opiniones contrarias a los demás y a la del líder del grupo, ya que las discriminarán. El alumno se siente diferente y marginado del grupo. Para un estudiante es una situación que no puede controlar y le produce una inseguridad muy grande. Esta alumna podría no querer ir al colegio. Un alumno acosado es un alumno que puede llegar a verse aislado en el ámbito escolar si el problema no se ataja a tiempo. A cada uno le afectaría en un nivel distinto, el agredido por supuesto, los agresores pueden tener la falsa sensación de estar integrados pero este tipo de situaciones se pueden volver en su contra si nace un grupo con más fuerza, por tanto la integración no es completa en ninguno de los casos, entienden que la integración si es plena cuando el grupo está unido y en busca de avanzar conjuntamente. Lo peor es que parece que todos se acaban acostumbrando a estas situaciones y empiezan a verlas “normales”.
En cuanto a la influencia que puede ejercer la situación de acoso en la adultez en la forma de comportarse en la sociedad, todos piensan que si influye, y el modo en el que lo hace se muestra a continuación: Piensan que las experiencias que vives a lo largo de tu vida, son las que te guían hacia una cosa u otra, ya sea la manera de comportarte con los demás, la forma en que reaccionas ante una situación y en cómo te afectan los cambios que surjan. De modo que no querrán llegar a relacionarse con nadie, y si se encuentran con las personas que le han echo eso, podrían incluso vengarse. De estas acciones se aprende mucho, y cuando se vean rechazados o vean rechazo hacia otras personas, ya saben cómo resolver el caso. En el caso de los acosados creen que sentirán inseguridad a la hora de intentar involucrarse en un grupo por ejemplo. Ésta situación le hará mas desconfiado hacia los demás e inseguro de sí mismo. El alumno se encerrará más en sí mismo. Es en esta etapa cuando están conformando su identidad y personalidad, y es el momento en el que asumen muchas conductas como propias, llegando a ser un problema si consolidan éstas para el futuro, convirtiéndose en ciudadanos conflictivos, o bien en ciudadanos pasivos, es decir o destructores de sociedad, o no constructores de sociedad. Desde el punto de vista de los acosadores, podría ocurrir que no sean capaces de madurar e integrar en su sociedad al resto del mundo que les rodea, promoviendo de esa forma ideas xenófobas, racistas, homófobas… Y desde el punto de vista de la persona acosada, se puede sentir con miedo y retraerse, por lo que socialmente será poco activa. Una persona que se desarrolla en un ambiente de exclusión (sea la excluida o la provocante de ello) no está en la base de una sociedad desarrollada. Ser ciudadano conlleva el desarrollo de unas competencias. La escuela se abre al entorno y participa de la vida social y ciudadana, ayuda a transformarla, y cada alumna o alumno se convierte en protagonista de ese proceso desde los contextos de su experiencia y vida cotidianas. El análisis de los conflictos, con especial atención a su resolución, la construcción de un sistema de valores por parte de cada alumna y alumno y las normas que rigen la convivencia de las personas son claves. Es importante el desarrollo una identidad basada en valores éticos, a partir de los cuales la alumna o alumno toma sus decisiones, se hace responsable de sus actos y se relaciona con las demás personas con autonomía y criterio propio. Otros aspectos se refieren a la identificación de las normas, la comprensión de los procesos de elaboración de las mismas y consensuarlas y asumirlas, con el objetivo de contribuir al bienestar de la comunidad.
En lo relacionado a si influye en el ambiente de la escuela: Todos los participantes afirman que si puede influir. Si la gente se entera de que ya está ocurriendo y no se están tomando medidas, los “chulos” de los demás cursos pueden acosar a otras personas. Hay mucha gente que se deja llevar por lo que piensan los demás, y si piensan que una compañera tiene otra orientación sexual, pueden creérselo y, según su educación y forma de pensar, reaccionaran de diferentes maneras y esto puede crear discusiones y malentendidos. Es una preocupación tanto a los alumnos (que si bien se intenta que se vean lo menos afectados posible, notan que algo pasa), como a los profesores que se preocupan, como a las familias, que pueden entender o no la situación y pueden (al igual que los profesores, e incluso otros alumnos) estar preocupados y buscar posibles soluciones. Todo esto hace que las relaciones sean más tensas hasta que el problema se resuelve. La escuela, como grupo social se podría ver afectada con este tipo de comportamientos, que parece muy claro respecto de la inclusión en el mismo, así como a la hora de tomar decisiones. También, todo ello provoca que los docentes tengan que centrar parte de su dedicación en la inclusión restando tiempo a otros puntos, por tanto el ambiente no es el idóneo. Por supuesto influye en la seguridad física y psíquica de los alumnos, en este caso no ha agresión física, pero puede llegar y existe una agresión psicológicas que está creando inseguridad en Carmen y seguro estoy en el resto ya que no quieren que a ellas y ellos les pase lo mismo, es por ello que nadie da el paso de ayudarla. Cuando no se dan las condiciones para participar con tranquilidad podemos hablar de no inclusión, falta de seguridad, inexistencia de procesos democráticos...

En cuanto a los pensamientos de la víctima y respecto a la razón por la que está siendo agredida. Los alumnos piensan, que está siendo agredida porque su forma de ser no esta bien aceptada en la sociedad. La condición sexual de alguien, no es motivo de discriminación y rechazo, ya que todos somos diferentes y no es un fallo, sino un aspecto de la personalidad, que varía según cada uno. No lo contaría, porque aparte de que no la escuchaban, es algo personal y las aficiones no determinan la sexualidad de cada uno. Piensa que ella es inferior y que es injusto y ante todo debe estar desesperada pensando en como puede solucionar su problema sin cambiar su forma de ser ni de pensar.
Si nos centramos en la ayuda que piensa la víctima que le serviría: las distintas opiniones que han planteado los alumnos son: Que la de los profesores y es la mejor, porque son los que mas medidas pueden tomar y mas respeto infunden sobre el resto de alumnos. Si no se integra con los compañeros de su clase, y no logra hacer amigos, lo mejor que se puede hacer es cambiarse de colegio, y empezar en uno que se recibiese una educación con el modelo que los padres y sobretodo el alumno quiere y que en ese hubiese gente que pensase semejante al alumno en cuestión. Que alguien impulsara al grupo a reflexionar sobre la situación, haciéndole ver que las diferencias no anulan a las personas e intentando que cada una se guíe por su propia opinión sin guiarse por la de otros. La mejor solución sería reunirlos a todos y que la propia víctima, junto a alguien que le apoye, hablara con todos y expresara los sentimientos que le causa la situación. Así más de uno se daría cuenta del daño que hace al excluirla. La mejor ayuda debería ser un amigo/a para contarle sus problemas y pasar juntos todo. Necesita una persona en la que confiar plenamente y sentirse bien al lado de ella.

En cuanto al por qué el acosador actúa de esa forma, piensan que es para sentirse superior, y para que le suba el nivel de “estatus social”, pero esa persona lo hace también para llamar la atención, ya que sabe que si no hace eso, la gente pasa de él/ella, no piensa en los demás. Porque se siente intimidado.
En lo referido a por qué eligen a esa víctima en concreto y no a otra, piensan que es porque suele ser la más débil, saben que está indefenso, porque normalmente es buena persona, no se va a defender y lo que hace es intentar adaptarse a ese colegio. Porque han aprovechado que estaba aislada y que sus diferencias eran más evidentes, lo que, desde su punto de vista, quizás la hacía más débil ante cualquier enfrentamiento, así tendrían más facilidad para hacer parecer que quedan por encima de ella.
Si nos centramos en el arrepentimiento del agresor: Unos piensan que no se suelen arrepentir, el tipo de personas que suele hacer eso le da igual todo. Eso también depende de su conciencia y de la formación de su moral. Hasta que no se de cuenta de que lo que ha hecho está mal, no podrá arrepentirse. Para eso, debe ver el daño que le provoca a la persona afectada. Otros piensan que debe sentirse mal porque a él no le gustaría que actuaran igual que él actúa.

Los alumnos espectadores sabían qué estaba sucediendo, aunque hay ciertas personas que ven los casos normales, que no se dan cuenta de que lo que hacen está mal, y solo cuando llegan a un extremo se dan cuenta del daño realizado.
En cuanto a las causas del acoso que piensan los que ven la situación, qué hicieron. Normalmente los espectadores se ponen de la parte del acosador porque suele ser el líder y todos hacen lo que el diga porque con esa edad la gente tiene poca personalidad. Otros pueden pensar que es otro caso, y que como ellos, lo superarán. La gran mayoría no creen que hayan hecho nada, simplemente han pasado indiferente.

Conocimiento de los profesores de lo que estaba sucediendo: Los profesores sí lo sabían, ya que tanto la tutora como el orientador habían intentado buscar soluciones, el tiempo que tardaron en enterarse a veces no se corresponde con el del tiempo del acoso ya que los profesores solemos ser los últimos en enterarnos de estos casos. Es muy posible que al principio no lo supieran, salvo cuando se observa en los recreos a los alumnos que están solos o relegados a espacios solitarios. Pero la toma de conciencia aparece después de que alguien da la voz de alarma, tal vez algún alumno o alumna de otra clase que se lo comenta a la tutora. Tal vez la madre de dicha chica que cuenta lo mal que le está yendo en el Instituto. Tal vez con un cuestionario que se pasa en las tutorías.
En cuanto a qué hicieron para saber y entender lo que estaba ocurriendo: Piensan que dialogar con ambas partes e intentar mediar y hablarles de la importancia del respeto y la tolerancia hacia los demás. Hacer grupos de trabajo para intentar integrar a la niña, hablar con ellos, con los padres, imaginamos que el tutor fue el que planteó el asunto en el equipo directivo y al orientador. Plantearon el cambio de clase. Se podría abordar la situación entrevistando individualmente a la chica afectada y a cada una de las chicas que la despreciaban o no la respetaban. Además haría alguna tutoría colectiva en la que mostrase un cambio de roles y de situaciones empáticas para poder vislumbrar como se siente uno ante situaciones no deseadas. Reuniría al profesorado que les imparte clases para ponerlos de acuerdo en que tienen que aportar luz en este asunto y complicar o ponerse en la situación de las agresoras. Explicar la existencia de la diferencia y el respeto a los diferentes. Reuniría a las familias, de haber conseguido solucionar el caso desde dentro del aula, y les hablaría en el término de que fuese su hija la que le tocase el ser rechazada. ¿Cómo reaccionarían? Hablarles de la educación plural y la admisión de todos y todas como seres humanos. Hablarles de los Derechos humanos como referentes a no perderlos de vista.
En lo referido a la ayuda de otros profesores: Piensan que seguramente si ya que a veces los alumnos se abren más con unos profesores que con otros y de esta manera se puede intentar mediar y poner fin a esta situación. En el caso expuesto parece ser que se contó con la ayuda del orientador, aunque creen que es también muy interesante contar con la ayuda de otros compañeros que pueden tener más conexión con cualquiera de las partes implicadas. Aquí no se deja traslucir si intervienen otros profesores o no. En su centro todos los profesores se implican en que la convivencia del centro sea lo mejor posible. Así que los alumnos tienen la confianza de buscar al profesor con el que tienen más complicidad para hablar de sus problemas sea su tutor o no.

En cuanto al conocimiento del director/a: El director tenía conocimiento puesto que habla de que el equipo directivo ha decidido cambiar a la alumna de clase.
Referido a qué se debería haber hecho en esta situación de acoso: La directora piensa que no cree que de deba esperar un año para solucionar un problema, el cambio de aula puede ser un remedio pero no una solución. La alumna seguirá conviviendo en el Centro con estas personas y no se ha arreglado el conflicto. Hay que enseñarle lo que está bien y mal al grupo.
El papel del director/a en este tipo de situaciones: El director debe estar informado de lo que sucede, es el último responsable de lo que ocurre en el Colegio y como se resuelve. Debe conocer las acciones y saber que el protocolo de actuación se está llevando a cabo. El papel puede ser de seguimiento y evaluación en las reuniones periódicas. Si hace falta intervendrá directamente. Creo que en este caso la acción directa sobre los alumnos es llevada por tutores y orientador y por supuesto el Aula de Convivencia.

En cuanto al conocimiento de los padres de lo que estaba sucediendo: No, parecen ajenos a la existencia de un conflicto. Aunque conozcan la naturaleza del problema por cuestiones socioculturales, educación, etc…
En cuanto a cómo se informarían los padres de lo que está sucediendo y qué información buscarían: éstos piensan que se informarían a través del tutor, orientadores, psicólogos, u otros padres. La información que buscarían sería; ¿cómo influye y cómo solucionarlo? Sería necesario conocer el problema, interesarse por el mismo, el papel que juegan sus hijos/as, dentro del grupo, el rol que asume, y solicitar que me informaran sobre los mecanismos y habilidades para mejorar la comunicación.
En lo referido a si podría haber cambio de la situación: Creen que la situación se podría haber cambiado buscando soluciones conjuntas entre alumnos padres y profesores, por el camino del fomento de valores tanto en Carmen como en el alumnado. Tomando conciencia de la existencia del conflicto, colaborando con el tutor y el orientador en la implicación de nuestro hijo/a a la hora de que tome conciencia de la situación, y aumentando la comunicación con el/la menor. Solución, aula de conciliación, nuevas dinámicas para ayudar a la integración, potenciar valores de las excluidas, parece que puede ser una buena deportista (juega al fútbol con los niños) a lo mejor usando la clase de Educación Física para que ella ayude a otras que no sean tan “habilidosas” en el deporte…

Sobre qué haría el orientador: Éste piensa que como orientador hay que actuar potenciando-dinamizando el trabajo en equipo: tutor, equipo docente, equipo directivo, familias para intentar conseguir una coherencia en las intervenciones, en los planteamientos, en los procesos, en la búsqueda de las soluciones. Pienso que la figura del orientador en un centro es primordial para que esto suceda. Con las familias se podría haber hecho alguna sesión de formación para que se hubiera trabajado la empatía, la importancia del respecto, de los DDHH, del bienestar del alumnado en sus aprendizajes... A veces las familias piensan exclusivamente en sus hijos y no ponen en el punto de vista de los demás. Con el grupo clase hubiera ayudado a la tutora y a todo el equipo docente de ese grupo para consensuar ciertas actuaciones respecto a cómo responder al comportamiento del alumnado del grupo. Hubiera discrepado con el equipo directivo en que la solución del problema es cambiar a Carmen de clase, esto es asumir que está en ella el error, no en el grupo. Sacándola del grupo, se soluciona el problema (en muchos centros piensan esto y actúan en consecuencia, es decir cambiando a la víctima de centro escolar)
En cuanto a la prevención de situaciones de este tipo: Piensa que tenemos que empezar a cambiar las metodologías de trabajo en las aulas, desarrollar proyectos de trabajo en los que la participación, el trabajo en equipo, el respeto a la diferencia...contribuya a que tengamos ciudadanos responsables en los centros educativos. Que se sientan partícipes y responsables de los que sucede en el grupo, del trabajo a desarrollar...
En lo referido a qué se podría hacer para mejorar la comunicación y la cooperación entre los alumnos (y de paso prevenir el acoso escolar en general). Éste piensa que con esas edades hay que hablar de los temas directamente, no podemos consentir que sucedan estas situaciones entre nuestros alumnos. El alumnado debe sentirse seguro y tranquilo en nuestros centros educativos y no podemos hacer como que no sucediera nada. Hay que intervenir desde el primer momento, con cuidado, con prudencia, con tacto.... pero intervenir. No podemos dejar que los alumnos convivan con los adultos educadores sin esperar que les ayuden cuando hay problemas. Eso es lo que les estaríamos enseñando, a mirar hacia otro lado cuando las circunstancias no son las apropiadas.

"La persona acosada puede tener problemas en los estudios, sobre todo porque aún está en periodo de identidad personal, como le ocurre a la mayoría de los adolescentes y jóvenes.
Este caso no debe tratarse como un caso aislado: "el caso de Carmen", sino un trabajo preventivo de respeto a la identidad de cada persona, sin optar por desentenderse del problema, "ese es su problema", sino mas bien abordarlo antes que se dé y de forma colectiva. Si fueran jóvenes programaría alrededor del Día del orgullo gay una serie de charlas informativas con personas gais, lesbianas, ó transexuales...
Esta Defensoría se acercaría al sufrimiento de ese joven escuchando sin prejuicios, y aportaría a la persona en concreto, o al centro educativo, un contacto con Jerezlesgay, donde hay personas jóvenes, mayores de edad, que han asumido su orientación sexual, y con el diálogo y el ejemplo pueden encauzar el problema interior de sentirse diferente y por ello tener dificultades de convivencia de y con los compañeros de estudio.
Aprender a convivir, a desarrollar relaciones interpersonales de colaboración, desarrollo de hábitos democráticos fundamentales, son parte central del currículo escolar y de la estructura organizativa del centro."

El principal punto débil a destacar son las respuestas dadas a la situación, ya que, por una parte existe una falta de apoyo de los padres del alumnado del aula (“no hacen nada, no ven problema alguno”), que se contradice con las posibles soluciones que proponen para conseguir un cambio de situación; y por otra, hay coincidencia en las respuestas del alumnado: no-intervención. Las soluciones desarrolladas hasta ahora como fomentar el trabajo en equipo o realizar sesiones con todos los padres juntos han sido ineficaces y la única propuesta que se muestra viable y compartida es el cambio de clase de la niña, con la que la orientadora discrepa al considerar que, de este modo, se estaría culpando a la víctima. De igual forma, el director del centro considera esta medida “un remedio, pero no una solución” y, al igual que la orientadora, aboga por actuaciones preventivas y organizativas.
Existe un acuerdo generalizado en aspectos como el impacto de la acción bullying en la forma en que se aprende y se enseña, en la motivación (de manera directa), en posibles problemas de integración escolar, posibles consecuencias en la adultez (destacando la falta de adquisición de competencias ciudadanas de los implicados), en el ambiente de la escuela (perpetúa un modelo permitido de acoso). De igual forma, convergen las opiniones del alumnado con respecto a los puntos de vista de la víctima, de los acosadores y de los espectadores, presentando cierta división de opiniones en las cuestiones relacionadas con el arrepentimiento del agresor.