“Soy como tú”

• Indirect bullying

• Ethnic-cultural differences

Ángela es una chica de 14 años de la República Dominicana que lleva 3 años en España. Desde que entró en el centro en el que está, hace dos años, tiene dificultades para relacionarse con sus compañeros/as, según éstos debido a su falta de higiene (p.e., siempre va despeinada y huele mal). Está escolarizada en un centro donde el nivel sociocultural es medio-alto. Sus compañeras de clase hablan muy mal de ella a sus espaldas diciendo cosas como que huele mal y que su madre tiene una “dudosa reputación”. Ángela está siempre sola en el recreo; no habla con casi nadie excepto, a veces, con Carmen, una chica con Síndrome de Down que está en la clase de al lado. Esther, la chica más popular de la clase, siempre la mira con mala cara y cuando se da la vuelta empieza a cuchichear sobre ella. Ángela no es muy buena estudiante y nadie la ayuda cuando no le salen las cosas. Siempre está triste y, por lo que parece, su madre ni se da cuenta, ya que está todo el día trabajando en la calle y llega a casa bastante tarde. La nueva tutora que tiene este año se dio cuenta, desde el principio, de la situación por lo que decidió hablar con el orientador del centro para buscar una solución. Éste le planteó la posibilidad de dedicar algunas tutorías a hablar sobre la importancia de la higiene y el efecto que ésta tiene en las relaciones con los demás. Además, la animó a utilizar el trabajo en grupo en clase debido a los efectos beneficiosos que esto suele tener. Así pues, la profesora dedicó una tutoría a hablar y trabajar sobre la higiene. No obstante, esto no ha cambiado nada en relación a la higiene de Ángela ya que ésta seguía llegando a clase igual que antes, despeinada y oliendo mal. Además, la profesora empezó a desarrollar en clase el trabajo en grupo y puso a Ángela en un grupo de chicas y chicos bastante trabajadores y generosos que están ayudando a Ángela a integrarse. A cambio ella les cuenta historias de su país y les habla de los lugares de éste. Poco a poco parece que la situación está mejorando.

En cuanto a las estrategias que utilizaron los actores del caso para responder a esta situación de maltrato entre iguales. Los alumnos consideran que lo que se hizo fue ayudar a Ángela mientras ella les contaba las historias y lugares de su país. Al cabo del tiempo avisar a los profesores. La animaron a utilizar trabajos en grupos. Otros piensan que no se hizo nada. Los profesores piensan que solamente actúa la tutora, que observó la situación y comunicó el caso al orientador. Echan en falta una entrevista con la alumna, quizás su falta de higiene no sea culpa suya, habría que saber sus circunstancias, para intervenir primero con ella, una entrevista con la madre, para saber si conoce la situación y el problema que esta causando la falta de higiene en su hija. El orientador es el que asesora a la tutora y le propone la realización de determinadas actuaciones que ésta lleva a cabo. Las actuaciones llevadas a cabo les parecen muy bien, pero primero actuarían con la alumna y la familia, después harían las intervenciones con la clase y con los alumnos que causantes del bullying. Los padres piensan que no se hizo lo suficiente para paliar el conflicto. El orientador apunta que lo que se hizo fue dedicar alguna sesión de tutoría a hablar sobre la importancia de la higiene y el afecto que ésta tiene sobre los demás y animar a utilizar en clase el trabajo en grupo.

Los alumnos, padres, profesores, director y orientador piensan que esta situación influye en la forma en que se aprende y enseña dentro de clase y además existe consenso entre ellos en las consecuencias que se desencadenan de ello. Porque los alumnos piensan que está bien meterse con los demás. Los alumnos/as aprenden por muchos mecanismos, entre ellos el modelado.Una persona marginada no puede rendir adecuadamente y su aprendizaje se verá muy afectado. Para ambos se crea una situación hostil, dónde para el que aprende se le hace muy difícil rendir académicamente y para el que enseña a veces no se da cuenta de ese acoso y otras intentarán mediar para mejorar el ambiente escolar.
En cuanto a si la situación influye en la motivación de los estudiantes (interés, esfuerzo,…). Los participantes piensan que sí influye y hay consenso en sus respuestas: Cuando hay una situación de injusticia, y exclusión los demás alumnos lo acusan, se crea en el aula una situación de miedo o prevención, para no ser el siguiente. La motivación ayuda a salvar las dificultades.
Lo que puede ocurrir en los resultados de los alumnos. Los participantes piensan que en los espectadores no, pero en las víctimas sí. Los resultados académicos igual, pero la mentalidad les cambiará. En resultados académicos posiblemente haya merma si hay problemas de convivencia en clase. En este caso, que parece ser un caso un tanto “encubierto”, no consideran que los resultados de contenidos “academicistas” puedan verse influidos, pero sin duda alguna, sí los competenciales ( ej. Competencia social y ciudadana) si. Los resultados de los compañeros y compañeras también se verán afectados aunque en menor medida. Un grupo cohesionado funciona mejor tanto en los aspectos académicos como sociales. Otros piensan que sin saberlo acaban incentivando el propio acoso escolar. El orientador piensa que causaría baja autoestima, ansiedad, tristeza, indefensión, vergüenza, aprender a que todo se consigue con violencia que se sobrevalora y recompensa. En los espectadores, miedo actitud pasiva y no tener conciencia del problema
En cuanto a posibles problemas de integración escolar que podrían aparecer: Todos los participantes opinan que si habrá problemas de integración escolar: Piensan que por supuesto la alumna acosada sufre exclusión social, el sentimiento de soledad y menosprecio que sufre en el centro y más a estas edades influye en todos los ámbitos de su vida. Esta problemática conlleva un deterioro de la salud, automarginación y fracaso escolar. El alumno agredido no querrá asistir a clase y el agresor se sentirá poderoso. Porque se crean relaciones de desigualdad
En cuanto a la influencia que puede ejercer la situación de acoso en la adultez en la forma de comportarse en la sociedad, todos piensan que si influye, y el modo en el que lo hace se muestra a continuación: Porque cada vez que ellos dicen a una persona que huele mal, le van a insultar, maltratar psicológicamente y se quedarán con esa actitud negativa. Se volverán más agresivos y groseros, no tendrán modales…etc…Otros piensan que cuando sean grandes van a ser unos asesinos en serie. No tratarán bien a personas por su imagen, religión, nacionalidad…Serán más temeroso. La ciudadanía se define por la capacidad de vivir en sociedad, haciéndose respetar y respetando a los demás; con la capacidad de ser solidario, ayudar a los demás, alertar sobre las injusticias, empatizando…Las personas agresoras pueden, en su vida adulta, desarrollar conductas agresivas, basando el poder en el abuso. También los “observadores” pueden actuar de una forma pasiva ante las injusticias. Ambas situaciones perjudican la formación de ciudadanos activos socialmente. Para el agredido será una etapa difícil de superar, siempre y cuando la supere. Para el agresor seguirá siéndolo siempre, después lo hará con sus hijos, mujer, animal de compañía…La victima puede llegar a ser incapaz de entablar relaciones, a tener problemas de salud, traumas psicológicos, problemas de personalidad, sumisión, etc. Insolidaridad, falta de empatía, actitudes violentas en las personas acosadoras. Actitud pasiva insolidaridad y falta de empatía en los espectadores.
En lo relacionado a si influye en el ambiente de la escuela: Todos los participantes apuntan a que sí influirá en el ambiente escolar ya que las buenas prácticas en valores son la base de un buen clima escolar y ciudadano.

En cuanto a los pensamientos de la víctima respecto a la razón por la que está siendo agredida. Los alumnos piensan que ésta se siente sola, desolada, triste…piensa que la razón de ser acosada es porque es de otro país. Pensará que es culpa de ella. Ella cree que es injusto. Piensa que tiene que ducharse y no se lo contó a nadie porque no tiene amigos.
Si nos centramos en la ayuda que piensa la víctima que le serviría, las distintas opiniones que han planteado los alumnos son: Unos alumnos piensan que cambiarse de centro, o cambiar su forma de ser, cuidar su higiene. Otros dicen, hablar con el agresor y si sigue molestando, que avise ya al profesor.

En cuanto al por qué el acosador actúa de esa forma: Éstos piensan que es porque no ven normal que una persona vaya al colegio despeinada y oliendo mal, es su reacción ante el asco hacia esta persona. Porque se siente superior a la víctima. Para hacerse el interesante o porque no tiene cariño de su familia.
Si nos centramos en el por qué eligen a esa víctima en concreto y no a otra, piensan que es porque no es como las demás: huele mal y está despeinada. Porque su madre tiene una “mala reputación”, es negra y no se relaciona con nadie, es nueva y tiene problemas para relacionarse y porque es la más débil.
En lo referido al arrepentimiento del agresor: Algunos alumnos piensan que el agresor se arrepiente cuando empieza a conocer mejor a la víctima y cuando se da cuenta del por qué va al colegio despeinada y oliendo mal. Otros piensan que no se arrepienten y que actúan en grupo.

Los alumnos espectadores sabían qué estaba sucediendo, pero no reaccionaban por miedo.
En cuanto a las causas del acoso que piensan los que ven la situación, qué hicieron. Éstos piensan que la chica olía mal y siempre iba despeinada. Ella no se sabía defender. Otros ayudaron a Ángela a comunicarse mejor, y a cuidar su falta de higiene. Porque ellos no soportaban ver que se metieran con una persona inocente. Otros piensan que es bonito y ayudaban al acosador porque le parecía gracioso.

Sobre el conocimiento de los profesores de lo que estaba sucediendo: Piensan que posiblemente si, aunque el caso no aporta datos.
En cuanto a qué hicieron para saber y entender lo que estaba ocurriendo. Los profesores dicen que parece que no hicieron mucho. Hablaron con la alumna y los otros implicados, mediar en el asunto y si se valora que es de gravedad, tal y como aquí se presenta, poner en contacto a los diferentes agentes que han de conocer el caso: tutor/a, familias, equipo directivo y departamento de orientación.
Sobre la ayuda de otros profesores: Los profesores piensan que parece que no ayudaron.

En cuanto al conocimiento del director sobre la situación, parece que no lo sabía.
Lo que debería haber hecho en la situación. Como cuestión inicial, el profesorado está concienciado, aplica y transmite al alumnado la práctica de valores solidarios y de integración. También se les conciencia de que si alguno sufre, o conoce que un compañero/a que padezca una situación de acoso, o cualquier otro tipo de violencia, lo ponga en conocimiento de su tutor/a. Inmediatamente que cualquier persona detecta un posible caso, informa al tutor/a, al orientador, y siempre al director. A continuación se produce una reunión (director, orientador, tutor y persona que lo detectó) para analizar, valorar la situación y aplicar medidas que garanticen la seguridad de la persona acosada y cautelares con la agresora. Desde el momento de la detección, el departamento de orientación, prestará su apoyo al alumno/a acosado y, si fuera preciso, lo derivará a Salud Mental. También se mantienen reuniones con la familia para informarle de la situación y de las medidas adoptadas. Al equipo educativo, con prudencia, se les informa y se les insta a incrementar su atención con el alumnado afectado. Se elabora un informe inicial que se le envía al servicio de inspección. Con discreción, se recaba información del entorno del alumno/a agredido y del agresor. El departamento de Orientación será el encargado de canalizar la investigación y de elaborar un informe final. Se mantiene una segunda reunión en la que se analiza toda la información y se toman las decisiones finales. En caso de confirmarse el acoso se sanciona al agresor/a, pudiendo trasladar el caso a los servicios sociales, instituciones sanitarias, o dependiendo de la gravedad, denunciar ante las judiciales.
En cuanto al papel del director/a en este tipo de situaciones, el director de este centro piensa que ésta figura debe ser la de coordinador del protocolo de actuación y sancionador, garantizando la confidencialidad y la seguridad del acosado y la sanción o denuncia, si fuera preciso.

En cuanto al conocimiento de los padres de lo que estaba sucediendo: Éstos piensan que no lo sabía.
Referente a cómo se informarían los padres de lo que está sucediendo y qué información buscarían: Irían a hablar con el tutor/a, orientador/a del centro de sus hijos siempre y cuando sus hijos se negaran a hablar con ellos antes y después de que en el centro les informaran de cómo solucionar el problema.
En cuanto a si podría haber cambio de la situación: Los padres piensan que la situación podría haber cambiado con la ayuda de todos y sobre todo de Ángela que es la primera implicada .

En lo referido a qué haría el orientador: Actuar inmediatamente y tomar medidas preventivas.
Para prevención de situaciones de este tipo: Poner en marcha desde el principio de curso un Plan de Acogida, crear redes de apoyo como puede ser el problema del alumnado ayudante y dinámicas de grupo.
En cuanto a qué se podría hacer para mejorar la comunicación y la cooperación entre los alumnos (y de paso prevenir el acoso escolar en general). Hablar mucho con el alumnado.
Trabajar dinámicas de comunicación verbal y no verbal con todo el grupo clase e implantar el aprendizaje cooperativo como metodología de enseñanza-aprendizaje, asi como tener muy claro las normas de convivencia del centro y aula

En primer lugar, intentaré ofrecer un planteamiento que pretenda dar una óptima respuesta a episodios de esta naturaleza un tanto habituales hoy en día resultado de la diversidad cultural que confluye en nuestras aulas escolares.
Nos encontramos ante una situación de maltrato entre iguales donde la víctima es una menor que ha experimentado unos cambios en su vida que han podido generar una situación de estrés. De cierto que Ángela experimenta un sentimiento de debilidad ante la situación que vive en la escuela con su grupo de iguales y unas dificultades para responder de una manera asertiva. La escuela y los aprendizajes que ésta le proporciona a través de competencias y conocimientos se sitúan con protagonismo ante su socialización.
De acuerdo al nivel y grado de inmadurez en que se sitúa el conflicto que se describe, consideramos que intentar estrategias de mediación con la finalizar de mejorar el clima escolar son prioritarios.
En la víctima confluyen las características habituales que se dan en los casos de menores acosados. De ahí la necesidad de la intervención con ánimo de paliar las deficiencias entorno a su progresivo descenso en el rendimiento escolar en una etapa crucial como son los primeros años de la secundaria. A la vez, el caso presenta una tendencia al aislamiento y al distanciamiento del grupo con alianzas con otra menor que presenta también unas necesidades especiales –Síndrome de Down-.
Platearíamos conveniente, trabajar desde una tutoría estos estados emocionales negativos que presenta la menor y que describe el caso conjuntamente con un abordaje y acompañamiento psicoterapéutico desde el ámbito de la salud mental. Hemos de tener en cuenta que es todavía reciente en el momento evolutivo de la chica la experiencia derivada del cambio de país y costumbres. Se ha de trabajar desde lo individual el evitar un incremento en este estado depresivo, soledad y aislamiento que puedan incrementar este fracaso escolar y una conducta absentista. El trabajo desde la tutoría debería centrarse más en lo externo y en la mejora de su higiene personal, acompañado de este trabajo de tipo más introspectivo.
En este plano individual sería de interés también conseguir fomentar la motivación y el interés en los aprendizajes escolares mediante este soporte tutorial que permitiría incidir en las dificultades para optimizar sus conocimientos y destrezas delante del grupo. Los malos resultados académicos de Ángela dificultan y la exponen a la estigmatización i a la segregación de su grupo de iguales.
Con estas acciones pretenderíamos reducir estas tendencias a las desigualdades en las relaciones de poder existentes entre menor acosada y menor acosadora.
Otra línea de trabajo desde la óptica de la mediación sería conseguir desde la tutoría la implicación de los progenitores (tanto de la víctima como de la ofensora) y también la implicación del grupo-clase donde están los observadores del conflicto intentando generar empatía por la situación.
Respecto a las acciones entre las dos menores y sus progenitores podrían establecerse con el compromiso de las dos menores y sus respectivos progenitores, unos acuerdos mínimos iniciales para optimizar la convivencia y el respeto a la diferencia. Dicho seguimiento lo podría llevar a cabo una mediadora escolar formada al respecto o, en su carencia, la tutora de las menores.
En el plano de las actuaciones a nivel de la institución escolar la intervención debería ubicarse de acuerdo al desarrollo de programas y protocolos específicos para facilitar el aprendizaje positivo y la concienciación del grupo-clase donde se encuentran la víctima y su ofensora. En este planteamiento podría incorporarse alguna reunión de padres con objetivos centrados en la información y consejos para mejorar las competencias en afectos, empatía y reconocimiento del conflicto manifiesto.
Con la definición de programas y protocolos de intervención, se facilita el diálogo centrado en lo que ha pasado y en el impacto en cada uno de los protagonistas dentro de un contexto de no arbitrariedad institucional. A este nivel sería importante la implicación de la dirección del centro escolar. Este tipo de intervenciones van dirigidas a la creación de una red de apoyo en el entorno.
Hemos de tener presente que en el futuro Ángela podría incorporar este aprendizaje negativo sino se interviene adecuadamente y desarrollar conductas agresivas reactivas a la relación con el grupo de iguales. De la misma manera, la ofensora podría desarrollar este comportamiento agresivo basado el poder en el abuso, tanto con los compañeros de clase como en el futuro en las relaciones con el entorno.

El acuerdo es consensuado en todos los aspectos relacionados con el impacto de la acción de bullying menos en las expectativas que se tiene sobre los posibles resultados de los alumnos: se considera que influye en la forma en que se aprende y se enseña, en la motivación, en posibles problemas de integración escolar más extensos, así como en el ambiente de la escuela y en las consecuencias en la madurez. En contraposición, no existe acuerdo en cuanto a las respuestas dadas a la situación. En lo que se refiere a la perspectiva de los agentes implicados, se exponen diversas opiniones relacionadas con el punto de vista de la víctima (en cuanto a pensamientos, posibles ayudas), del agresor (causalidad de su actuación, arrepentimiento y elección de víctima), de otros estudiantes (reacciones, atribución de causalidad), de los profesores, familiares, director/a y orientador/a en cuanto a conocimiento, información y propuestas de actuación. Finalmente, parece ser que la situación ha mejorado con la inclusión del trabajo en grupo aunque otras medias desarrolladas se presentan ineficaces.